Los ciclones
En meteorología
ciclón usualmente suele aludir a vientos intensos acompañados de tormenta;
aunque también designa a las áreas del planeta en las cuales la presión
atmosférica es baja. En esta segunda acepción el significado de ciclón es
equivalente al de borrasca, y es el fenómeno opuesto al anticiclón.
Los ciclones y
anticiclones tienen una importancia fundamental en la generación de los vientos
o corrientes atmosféricas. En efecto, un área de bajas presiones genera vientos
al atraer las masas de aire atmosférico desde las zonas de altas presiones o
anticiclónicas.
Medidas de
precaución
Evitar los desplazamientos por carretera, en la medida de lo
posible, y las salidas al monte y al mar.
Cerrar y asegurar puertas, ventanas o toldos.
Retirar macetas y todos aquellos objetos que puedan caer a
la calle y provocar un accidente. En todo caso, si a causa del viento, se
deterioran tejados, antenas, etc., evita subir a repararlos mientras persista
el episodio de viento y la alerta.
Evitar realizar deporte escolar y deportes de riesgo,
especialmente de montaña y acuáticos.
Igualmente, es aconsejable no realizar actividades o
ejercicio en parques y zonas arboladas.
Tener pilas de sobra, linternas y, al menos, una radio sin
necesidad de conexión a la red eléctrica, en caso de que el suministro
eléctrico se vea interrumpido.
2Si ya estás en la calle.
Alejarse de cornisas, muros, árboles o grúas, que puedan
llegar a desprenderse y tomar precauciones delante de edificaciones en
construcción o en mal estado.
Abstenerse de subir andamios o grúas, sin las adecuadas
medidas de protección. Incluso, es preferible no subir a ellos.
Etimología
La palabra
"ciclón" fue usada por primera vez por Henry Piddington alrededor del
año 1840. Tiene su etimología en el griego κυκλών/ kyklón κυκλώνας/kiklónas -
círculo en movimiento.
Ciclogénesis
El desarrollo de la
circulación ciclónica en la atmósfera, es decir la formación de un sistema de
baja presión, se denomina ciclogénesis. Se trata de un término que incluye
varios procesos similares que dan lugar al desarrollo de una cierta clase de
ciclón. Puede ocurrir en cualquiera de las escalas que se manejan en
meteorología (microescala, mesoescala y escala sinóptica), excepto en la escala
planetaria.
Tipos
Ciclones tropicales
El ciclón tropical
Igor de 2010.
Los ciclones
tropicales (también conocidos como tormentas tropicales, huracanes y tifones)
son ciclones que se forman generalmente en océanos calientes (generalmente
tropicales) y de ahí succionan la energía de la evaporación y la condensación.
Son característicos por tener una fuerte área de baja presión en la superficie
y una alta presión en los niveles altos de la atmósfera. Se originan por la
formación de centros de baja presión atmosférica en el mar.
Son altamente
destructivos, ya que producen fuertes lluvias con vientos de al menos 120 km/h,
llegando sus ráfagas, en algunas ocasiones, a más de 300 km/h.
Ciclones extra
tropicales
Es un ciclón que se
forma a latitudes mayores a 30°; se compone por dos o más masas de aire, por lo
tanto se asocia a uno o más frentes.
La familia de
ciclones extratropicales es tan amplia que normalmente se intenta definir una
subfamilia. Pero ésta es una tarea muy difícil debido a que, de hecho, cada
ciclón es único e irrepetible. Un estudio muy amplio sobre ciclones muestra,
sin embargo, que se pueden observar características comunes entre ellos,
pudiéndose hacer una clasificación.
Uno de los criterios
más utilizados para la clasificación es el mecanismo inicial involucrado en el
desarrollo del ciclón, que es el criterio utilizado en este módulo.
Ciclones
subtropicales
Un ciclón
subtropical es un sistema meteorológico que tiene algunas características de un
ciclón tropical y algunas de un ciclón extratropical. Suelen formarse en
latitudes cercanas al ecuador.
Ciclones polares
Un sistema de baja
presión saliendo de la costa sureste de Islandia.
Los ciclones polares
son similares en comparación y tamaño a los ciclones tropicales, aunque
generalmente tienen una vida más corta.
Los ciclones polares
tienen típicamente varios cientos de kilómetros de diámetro y vientos fuertes
(aunque generalmente no tienen la intensidad de un huracán). A diferencia de
los típicos ciclones tropicales estos se desarrollan con una extrema rapidez,
alcanzando su fuerza máxima en 24 horas.
Los ciclones árticos
poseen extensas áreas de baja presión en la regiones polares que tienen una
débil rotación ciclónica con una máxima explosión de 120 metros cúbicos.
Bibliográfica
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